La era de lo ágil: una apuesta para enfrentar la volatilidad de estos tiempos
Hace apenas un par de décadas atrás, los negocios funcionaban de una manera completamente diferente: sus procesos eran lentos, los equipos debían esperar largos periodos hasta recibir la aprobación de un proceso, no tenían autonomía y existía una excesiva planeación tratando de predecir soluciones a problemas futuros y de disminuir el margen de error en esa solución.
De ahí que años más tarde, hasta el tiempo actual, llegara a la vida de los negocios y las personas la era de lo ágil; una idea que rompe el modelo tradicional y propone que se realice una manera de trabajo iterativo, es decir, por ciclos, donde podemos acercarnos lo máximo posible a la solución de problemas, entregar una primera propuesta que lo solucione, hacer feedback del mismo y, si funciona, continuar el camino; de lo contrario, probar con una nueva hipótesis.
A esto es a lo que se llama “iterar” (ir mejorando el proceso con los resultados) o, en palabras más coloquiales, podríamos usar la expresión “mejor hecho que perfecto”. ¿Le suena familiar? Veamos qué es el agilismo, cuáles son sus principios y algunos métodos ágiles que existen.
¿Qué es agilismo?
Durante los últimos años el ‘agilismo’ se ha posicionado de una manera muy fuerte dentro de las organizaciones, puesto que el ritmo incierto y volátil en el que se mueve actualmente la sociedad y el mundo de los negocios lo demanda. Pero entonces, ¿qué es agilismo? En resumen, es un concepto desarrollado para aligerar procesos y facilitar una producción o entrega de servicios más eficiente, adoptando una cultura ágil que le brinda autonomía a sus equipos y potencia un trabajo colaborativo que determina calidad y rapidez.
Para el año 2001 se publicó el Manifiesto Ágil, un documento realizado por expertos en programación que estableció un cambio radical en la forma de desarrollar software y el cual dio inicio al enfrentamiento del agilismo con respecto a los modelos tradicionales. Además, en conjunto se diseñaron unas metodologías que apoyarían, de acuerdo con las necesidades corporativas, la gestión de proyectos eficazmente: Scrum, Kanban y Lean.
¿Aprender más al respecto? Le recomendamos algunas lecturas
Métodos ágiles
Los métodos ágiles fueron una moda, pero hoy se han convertido en herramientas indispensables para el desarrollo de proyectos a pequeña y gran escala. Aunque el inicio de los métodos ágiles marcó un hito en la industria del software, hoy son cada vez más las empresas, emprendedores y equipos que encaran los desafíos de costos y tiempos de sus proyectos a través de estas herramientas.
Años después de la creación del Manifiesto Ágil, este se convertiría en una piedra angular que fundaría un nuevo pensamiento para el trabajo no solo para el área de software sino para el mundo.
Existen 4 puntos para construir proyectos de forma ágil:
- Valorar a individuos y sus iteraciones frente a procesos y herramientas.
- Valorar más el software (producto) que funciona que una documentación exhaustiva.
- Valorar más la colaboración con el cliente que la negociación de un contrato.
- Valorar más la respuesta al cambio que el seguimiento de un plan.
De igual forma, existen 4 métodos ágiles que han sido los más usados en el mundo:
- La metodología Scrum es la más utilizada y aplicada para optimizar los procesos de producción.
- El método Kanban es el más eficiente y utilizado para eliminar los desperdicios, es decir, aquellas cosas que no aportan valor al desarrollo de un proyecto.
- Desde hace años, el Lean Software Development ha ayudado a reducir drásticamente tres cosas fundamentales de los productos: los tiempos de entrega, el precio y los defectos.
- Lean Startup es el método que ayuda a crear empresas y definir modelos de negocio.
¿Quiere saber más sobre estos métodos?
Los 5 cambios de agilidad para liderar el futuro del trabajo
Basado en pruebas neurocientíficas y con una serie de recursos útiles, la autora Henna Inam muestra cómo los líderes pueden ayudar a sus equipos a afrontar el cambio, y aborda la mayor disrupción a la que se enfrentaron las empresas en 2020: el cómo afrontar la disrupción en el lugar de trabajo será relevante para los líderes que navegan por la complejidad y el cambio incluso más allá de la crisis actual.
“Aunque nuestro mundo se ha trastornado, nuestras mentalidades, hábitos, culturas y estructuras organizativas siguen en la era industrial de la previsibilidad y la eficiencia”.
- Los entornos disruptivos requieren que los líderes se centren en cinco áreas: estrés, aprendizaje, confianza, interdependencias y crecimiento.
- La agilidad neuroemocional permite a los individuos controlar su respuesta a las amenazas.
- Todo el mundo que se enfrenta al cambio pasa por el mismo ciclo emocional, pero no al mismo ritmo.
- Tanto las personas como las organizaciones deben cambiar su forma de aprender si quieren prosperar en entornos disruptivos.
- La confianza crea el espacio seguro y de apoyo que la gente necesita para aceptar el cambio.
Acá encontrará algunos contenidos valiosos:
Buenas prácticas del agilismo
- Construya y mantenga con constancia su red de relaciones.
- Fomente las relaciones dentro y fuera de su firma, con los compañeros de trabajo, empleados, clientes, miembros de la comunidad, proveedores, expertos de la industria y otros accionistas.
- Practique la reacción antes de las crisis para suprimir su impulso de lucha o huida.
- En una crisis, haga una pausa, piense, aproveche su red y tome mejores decisiones.
- Desarrolle equipos ágiles a través del aprendizaje formal e informal que conduzca a desplegar capacidades, ganar confianza y expandir y profundizar relaciones.
- Contrate a la gente por su agilidad. Evalúe su adaptabilidad durante el reclutamiento y las entrevistas.
- Reconozca a las personas por sus acciones y su comportamiento ágil, y recompénsela.
- Retenga a las personas que tienen un desempeño ágil dándoles confianza, autonomía y, por último, reconocimiento.
- Construya una cultura de la agilidad; ayude a las personas que le rodean a desarrollar resiliencia y receptividad.
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