La formación básica requerida es el título de Abogado o Licenciado en Derecho de una universidad reconocida. Para potenciar tu perfil profesional, considera estas opciones:
- Especializaciones: En derecho comercial, laboral, tributario, penal o administrativo
- Maestrías: Profundizan conocimientos y abren puertas a mejores posiciones
- Doctorados: Ideales si te interesa la investigación jurídica o la docencia
- Diplomados: En negociación, conciliación o áreas específicas del derecho
- Idiomas: El inglés jurídico es particularmente valorado en firmas internacionales
