El administrador gestiona de forma integral recursos, procesos y políticas para asegurar el funcionamiento global de la organización. El gerente lidera un área específica (ventas, operaciones, finanzas) y toma decisiones tácticas para cumplir metas del departamento. Mientras el administrador diseña procedimientos, define indicadores y coordina estructuras, el gerente ejecuta planes, supervisa equipo y reporta resultados. Ambos roles se complementan: el administrador enfoca estrategia, gobernanza y eficiencia transversal; el gerente impulsa desempeño operativo, cumplimiento de SLA y mejora de indicadores. En empresas pequeñas, una persona puede asumir ambas funciones.
