Se valoran organización, proactividad, orientación al detalle y capacidad de priorizar múltiples tareas con tiempos ajustados. La comunicación efectiva, la redacción profesional y la atención al cliente son esenciales para coordinar áreas. También destaca el pensamiento analítico, la resolución de problemas, la ética y la confidencialidad. En lo digital, Excel, gestión documental, calendarios compartidos, videoconferencias, ERP/CRM y nociones de análisis de datos marcan diferencia. La adaptabilidad al cambio, el trabajo en equipo y la mejora continua impulsan la eficiencia operativa. La disciplina para documentar procesos y generar indicadores consolida la confiabilidad del área.
