Para trabajar en oficina se requieren habilidades organizativas, gestión del tiempo y comunicación asertiva, además de dominio de herramientas digitales como Excel, Word, PowerPoint, Google Workspace y sistemas ERP o CRM. Son fundamentales la atención al detalle, la redacción profesional, la capacidad de priorizar, la resolución de problemas y el trato con clientes internos y externos. La adaptabilidad al cambio, el pensamiento analítico, la colaboración en equipo y la ética laboral fortalecen la confianza. También se valoran nociones de contabilidad, análisis de datos, gestión documental y ciberseguridad básica para proteger la información corporativa.
