Para destacarte como Analista de Tesorería, necesitas combinar habilidades técnicas específicas con competencias blandas que te permitan gestionar eficientemente los recursos financieros y relacionarte adecuadamente con diferentes áreas de la organización.
Habilidades blandas:
- Comunicación asertiva: Fundamental para transmitir información financiera compleja de manera clara y precisa a diferentes públicos.
- Trabajo bajo presión: Los cierres financieros y la gestión de pagos suelen tener plazos estrictos que requieren mantener la calma y la precisión.
- Pensamiento crítico: Esencial para analizar datos financieros y detectar posibles inconsistencias o áreas de mejora.
- Flexibilidad y adaptabilidad: Los procedimientos financieros evolucionan constantemente, por lo que debes adaptarte a nuevas normativas y sistemas.
Habilidades duras:
- Conocimientos contables: Dominio de principios contables y tributarios aplicables a la tesorería.
- Lógica matemática: Capacidad para realizar cálculos financieros complejos con precisión.
- Manejo de software financiero: Experiencia con sistemas ERP, Excel avanzado y programas específicos de gestión financiera.
- Conocimiento en economía: Comprensión de indicadores económicos que afectan a los flujos de caja.
- Idioma extranjero: Preferiblemente inglés, especialmente en empresas multinacionales.
