La base académica ideal para este rol incluye una carrera profesional en Contaduría Pública, Administración Financiera, Economía o áreas afines. Complementa tu formación con:
- Diplomados: Gestión de Tesorería, Análisis Financiero o Gestión de Riesgos.
- Certificaciones: Excel Avanzado, SAP Finanzas, o certificaciones en software ERP.
- Cursos especializados: Normativa NIIF, gestión de flujos de caja, o análisis de inversiones a corto plazo.
Para crecer profesionalmente, considera formaciones avanzadas como una especialización en Finanzas Corporativas o un MBA con énfasis en Finanzas, que te permitirán acceder a posiciones de mayor responsabilidad como Jefe de Tesorería o Director Financiero.
