Para destacar como Auxiliar de Farmacia, necesitas combinar habilidades técnicas con competencias interpersonales que te permitan brindar un servicio de calidad. Las empresas valoran especialmente a profesionales que demuestren precisión y empatía.
Habilidades blandas:
- Comunicación asertiva: Debes explicar información técnica de manera clara y sencilla a personas sin conocimientos médicos.
- Escucha activa: Es fundamental comprender las necesidades de los usuarios para brindar la orientación adecuada.
- Orientación al servicio: Tu actitud debe estar enfocada en ayudar y satisfacer las necesidades de los pacientes.
- Trabajo en equipo: Colaborarás con farmacéuticos y otros profesionales de la salud en un entorno coordinado.
- Atención al detalle: La precisión es crucial cuando se trata de medicamentos y dosis.
Habilidades duras:
- Conocimientos farmacológicos básicos: Debes entender las categorías de medicamentos y sus usos generales.
- Matemáticas aplicadas: Para calcular dosis, inventarios y realizar conversiones.
- Manejo de sistemas informáticos: La mayoría de farmacias utilizan software especializado para gestión de inventarios.
- Conocimientos de primeros auxilios: Para situaciones de emergencia que puedan presentarse.
- Normativa farmacéutica: Familiaridad con las leyes y regulaciones que rigen el sector.
