La distribución es esencial porque conecta la producción con el cliente final, garantizando que los productos lleguen en tiempo, cantidad y condiciones adecuadas. Una distribución eficiente mejora la competitividad, reduce costos de transporte y optimiza la cadena de suministro. También influye directamente en la experiencia del consumidor y en la reputación de la marca. La planificación de rutas, el uso de transporte multimodal, la tecnología GPS y la gestión de última milla son claves para lograr entregas rápidas, sostenibles y seguras. Sin una buena distribución, las ventas y la satisfacción del cliente se ven afectadas.
