Para destacar como cajero, necesitarás una combinación de habilidades técnicas y personales que te permitan manejar eficientemente las transacciones y ofrecer un servicio de calidad.
Habilidades blandas:
- Comunicación asertiva: Debes expresarte con claridad y amabilidad, especialmente al explicar políticas o resolver inconvenientes.
- Escucha activa: Prestar atención a las necesidades del cliente te ayudará a brindar un mejor servicio.
- Orientación al servicio: La actitud positiva y disposición para ayudar son fundamentales.
- Trabajo bajo presión: En horas pico o temporadas altas, deberás mantener la calma y eficiencia.
- Trabajo en equipo: Colaborar con otros departamentos como ventas o seguridad es parte del día a día.
Habilidades duras:
- Matemáticas básicas: Calcular cambios, descuentos y totales rápidamente, incluso si el sistema falla.
- Manejo de sistemas POS: Conocer cómo operar cajas registradoras y sistemas de punto de venta.
- Conocimiento de medios de pago: Familiaridad con diferentes formas de pago y sus procesos de verificación.
- Conocimientos básicos contables: Entender conceptos como cuadre de caja, arqueo y reportes de ventas.
