El Educador Social trabaja en la intersección entre la pedagogía y la intervención social, desarrollando estrategias que promueven el bienestar y la integración de personas en situaciones vulnerables. Sus responsabilidades abarcan desde la evaluación hasta la implementación de programas reeducativos.
- Diseñar e implementar estrategias pedagógico-terapéuticas adaptadas a las necesidades específicas de cada persona o grupo, considerando su diagnóstico personal, familiar y social.
- Orientar procesos reeducativos en ambientes educativos, sociales, comunitarios y familiares, facilitando el desarrollo de habilidades sociales y emocionales.
- Evaluar capacidades y limitaciones de las personas derivadas de deficiencias sociales, emocionales o situaciones especiales, para crear planes de intervención personalizados.
- Sistematizar y documentar las incidencias significativas del proceso pedagógico-terapéutico, manteniendo registros detallados y presentando informes periódicos.
- Impartir enseñanza individual o grupal utilizando métodos especiales adaptados a las necesidades específicas de los participantes.
- Establecer normas de conducta y procedimientos para mantener un ambiente ordenado y constructivo durante las intervenciones.
- Desarrollar la confianza y autoestima de las personas, potenciando sus intereses, capacidades y destrezas.
- Aplicar evaluaciones periódicas para medir el avance de cada persona en su proceso de desarrollo.
- Trabajar en centros de rehabilitación o establecimientos de educación especial, brindando apoyo especializado.
- Coordinar con otros profesionales como psicólogos, trabajadores sociales y personal médico para garantizar una atención integral.
