Para destacar en este campo, necesitarás combinar habilidades técnicas con competencias interpersonales que te permitan evaluar adecuadamente cada caso y comunicarte efectivamente con los solicitantes.
Habilidades blandas:
- Comunicación asertiva: Fundamental para realizar entrevistas efectivas y explicar claramente procesos y requisitos a personas de diversos contextos.
- Empatía: Te permitirá conectar con solicitantes que pueden estar en situaciones vulnerables, generando un ambiente de confianza.
- Trabajo en equipo: Colaborarás con otros profesionales para evaluar casos complejos y coordinar la prestación de servicios.
- Orientación al servicio: Enfoque centrado en ayudar a las personas a acceder a los beneficios que necesitan y merecen.
Habilidades técnicas:
- Comprensión de lectura: Para interpretar correctamente normativas, requisitos y documentación legal.
- Manejo de TIC: Conocimiento de sistemas de gestión de datos, plataformas de registro y herramientas ofimáticas.
- Análisis de necesidades: Capacidad para evaluar situaciones individuales y determinar elegibilidad según criterios establecidos.
- Conocimiento administrativo: Familiaridad con procesos de documentación, archivo y gestión de expedientes.
