Para destacar como impulsador, necesitas combinar habilidades técnicas específicas con competencias interpersonales que te permitan conectar efectivamente con los clientes potenciales.
Habilidades blandas:
- Comunicación asertiva: Fundamental para transmitir mensajes claros y persuasivos sobre los productos. Puedes desarrollarla practicando presentaciones y solicitando retroalimentación constante.
- Escucha activa: Te permite entender las necesidades del cliente para ofrecer soluciones personalizadas. Mejórala prestando total atención a tus interlocutores sin interrumpir.
- Persuasión: Esencial para influir positivamente en la decisión de compra. Fortalécela estudiando técnicas de negociación y psicología del consumidor.
- Orientación al servicio: Muestra tu disposición para satisfacer las necesidades del cliente. Desarrolla esta habilidad enfocándote en resolver problemas con actitud positiva.
- Trabajo en equipo: Te permite coordinar esfuerzos con otros departamentos como mercadeo y ventas. Participa en proyectos colaborativos para mejorarla.
Habilidades duras:
- Conocimientos de mercadotecnia: Comprensión de estrategias promocionales y comportamiento del consumidor.
- Técnicas de venta: Dominio de métodos para cerrar ventas y manejar objeciones.
- Manejo de inventarios: Capacidad para gestionar y reportar existencias de productos promocionales.
- Conocimiento de productos: Dominio técnico de las características y beneficios de lo que promocionas.
