Para destacar en este campo, necesitarás combinar habilidades técnicas con competencias interpersonales que te permitan ofrecer un servicio excepcional.
Habilidades blandas:
- Comunicación asertiva: Fundamental para entender las necesidades del cliente y explicar claramente las opciones disponibles.
- Orientación al servicio: La capacidad de anticiparte a las necesidades del cliente marca la diferencia en la experiencia turística.
- Persuasión: Te ayudará a presentar tus paquetes turísticos de manera atractiva y convincente.
- Relaciones interpersonales: Construir relaciones de confianza con clientes y proveedores es clave para el éxito en este rol.
Habilidades duras:
- Dominio de idiomas extranjeros: El inglés es imprescindible, y conocer otros idiomas te dará ventaja competitiva.
- Conocimientos en sistemas de reservas: Plataformas como Amadeus, Sabre o Worldspan son herramientas básicas del sector.
- Manejo de TIC: Desde redes sociales hasta software especializado en gestión turística.
- Conocimientos geográficos y culturales: Información actualizada sobre destinos, costumbres y atracciones turísticas.
