Para destacar como Personal Shopper, necesitas combinar habilidades técnicas específicas con competencias interpersonales que te permitan conectar con tus clientes y entender sus necesidades.
Habilidades blandas:
- Escucha activa: La capacidad de prestar total atención a lo que el cliente expresa, tanto verbal como no verbalmente, es fundamental para captar sus verdaderas necesidades y preferencias.
- Comunicación asertiva: Debes saber expresar recomendaciones y sugerencias de manera clara y respetuosa, especialmente cuando implican cambios significativos en la imagen del cliente.
- Persuasión: La habilidad para convencer sutilmente al cliente de probar estilos o prendas que quizás no consideraría por sí mismo, pero que realmente le favorecen.
- Orientación al servicio: Una genuina disposición para ayudar y satisfacer las necesidades del cliente, poniendo sus intereses por encima de comisiones o ventas.
Habilidades duras:
- Conocimiento de moda y tendencias: Dominio profundo sobre marcas, diseñadores, estilos y las últimas tendencias del mercado.
- Análisis morfológico: Capacidad para identificar tipos de cuerpo y recomendar prendas que favorezcan la silueta específica de cada cliente.
- Gestión de presupuestos: Habilidad para maximizar el valor de la inversión del cliente, independientemente de su capacidad económica.
- Colorimetría: Conocimiento sobre teoría del color y capacidad para identificar la paleta cromática que mejor favorece a cada persona.
