Una fábrica funciona como un sistema organizado que transforma materias primas en productos terminados mediante procesos de manufactura. Está compuesta por áreas de producción, mantenimiento, control de calidad, almacén y logística. Utiliza maquinaria industrial, energía y personal capacitado para realizar tareas específicas en cadena. La planificación de producción define órdenes, recursos y tiempos, mientras que los supervisores controlan la eficiencia y la seguridad. Las fábricas modernas incorporan automatización, sensores y análisis de datos para mejorar la productividad. Todo el proceso busca optimizar costos, garantizar calidad y cumplir con la demanda del mercado.
