Para destacar como protesista, necesitas combinar habilidades técnicas con una gran capacidad de empatía y atención al detalle. Estas competencias te permitirán ofrecer soluciones efectivas y personalizadas a cada paciente.
Habilidades blandas:
- Comunicación asertiva: Fundamental para entender las necesidades del paciente y explicar claramente el funcionamiento de los dispositivos.
- Empatía y servicio: Capacidad para comprender la situación emocional de los pacientes y brindar un trato humanizado.
- Escucha activa: Atender detalladamente las inquietudes y necesidades expresadas por los usuarios.
- Gestión del tiempo: Organizar eficientemente las tareas para cumplir con los plazos de entrega de dispositivos.
Habilidades técnicas:
- Conocimientos de anatomía: Comprensión profunda de la estructura y funcionamiento del cuerpo humano.
- Diseño técnico: Capacidad para crear y adaptar productos según especificaciones precisas.
- Manejo de materiales: Conocimiento sobre propiedades y aplicaciones de diversos materiales utilizados en prótesis y órtesis.
- Control de calidad: Habilidad para evaluar la funcionalidad y seguridad de los productos fabricados.
