Para destacar como recepcionista, necesitas combinar habilidades interpersonales con competencias técnicas específicas que te permitan gestionar eficientemente las tareas diarias.
Habilidades blandas:
- Comunicación asertiva: Debes expresarte con claridad y cortesía, tanto verbalmente como por escrito.
- Escucha activa: Prestar completa atención a las necesidades de los visitantes para brindar la asistencia adecuada.
- Orientación al servicio: Mantener una actitud positiva y enfocada en resolver las necesidades del cliente.
- Trabajo bajo presión: Manejar múltiples tareas simultáneamente sin perder la compostura, especialmente en momentos de alta afluencia.
- Adaptabilidad: Ajustarte rápidamente a diferentes situaciones y requerimientos cambiantes.
Habilidades técnicas:
- Manejo de TIC: Dominio de sistemas de gestión de citas, bases de datos y paquetes ofimáticos.
- Conocimiento de idiomas: El inglés es cada vez más valorado, especialmente en sectores como hotelería y corporativo.
- Gestión administrativa: Organización de documentos, archivo y procedimientos básicos de oficina.
- Operación de centralitas: Manejo eficiente de sistemas telefónicos y de comunicación.
