Funciona aplicando capas de protección y monitoreo continuo. Primero se identifican activos críticos y riesgos; luego se implementan controles (cifrado, MFA, segmentación, parches). Se monitorean eventos con SIEM/SOC para detectar anomalías y se ejecutan playbooks de respuesta ante incidentes (aislar equipos, revocar credenciales, restaurar backups). La seguridad se integra en el ciclo de desarrollo (DevSecOps): análisis SAST/DAST, escaneo de dependencias y secretos, políticas IaC. La mejora continua se logra con métricas (MTTD/MTTR), ejercicios de Red/Blue Team y formación de usuarios. El objetivo es prevenir brechas y minimizar daños cuando ocurren.
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