Principales amenazas: ransomware que cifra datos y exige rescate; robo de credenciales por phishing; exfiltración de información sensible; explotación de vulnerabilidades sin parches; insiders maliciosos o negligentes; ataques DDoS que interrumpen servicios; fraude financiero; secuestro de cuentas en la nube; y compromiso de la cadena de suministro. También riesgos en IoT, mobile y APIs expuestas. Las consecuencias incluyen pérdidas económicas, multas regulatorias, daño reputacional y parada operativa. Mitigar requiere gestión de riesgos, controles técnicos (MFA, cifrado, EDR, WAF), hardening, monitoreo SOC y un plan sólido de respuesta y recuperación ante incidentes.
