Existen cientos de lenguajes de programación, desde clásicos (C, C++, Java, JavaScript, Python) hasta especializados (R para datos, Solidity para blockchain, Rust/Go para sistemas). No hay cifra única porque surgen dialectos y DSLs según industrias y casos de uso. En la práctica laboral destacan un conjunto “core” por ecosistema: web (JavaScript/TypeScript), backend (Java, C#, Python, Go), móvil (Kotlin/Swift), datos/IA (Python), juegos (C++/C#), sistemas (C/Rust). Dominar fundamentos (algoritmos, estructuras, concurrencia, redes) permite aprender nuevos lenguajes rápidamente. Lo importante es elegir según objetivos profesionales, comunidad, demanda del mercado y compatibilidad con proyectos reales.
