El software sirve para resolver problemas y automatizar tareas: desde operar un teléfono hasta gestionar finanzas, salud, educación o logística. Permite crear contenido, comunicarnos, analizar datos y tomar decisiones con información en tiempo real. En empresas, integra áreas (ERP, CRM), optimiza procesos y habilita ventas online. En ciencia, simula, modela y procesa grandes volúmenes de datos. Además, impulsa innovación con IA, IoT y cloud computing. Un buen software mejora productividad, reduce costos y eleva la experiencia del usuario. Su valor radica en convertir necesidades en soluciones digitales seguras, escalables y medibles por resultados de negocio.
