Para destacarte como Trabajador Social, necesitas combinar habilidades técnicas con competencias interpersonales que te permitan conectar efectivamente con las personas y comunidades.
Habilidades blandas:
- Empatía: La capacidad de ponerte en el lugar del otro es fundamental para comprender sus necesidades reales.
- Comunicación asertiva: Debes saber expresar ideas con claridad y escuchar activamente a tus usuarios.
- Resolución de conflictos: Ser mediador en situaciones tensas es parte esencial del trabajo diario.
- Inteligencia emocional: Manejar tus propias emociones y las de los demás te ayudará a no desgastarte emocionalmente.
- Trabajo en equipo: Colaborarás constantemente con otros profesionales y organizaciones.
Habilidades duras:
- Conocimientos en psicología y sociología: Te permitirán entender comportamientos individuales y dinámicas sociales.
- Gestión de casos: Debes saber organizar y dar seguimiento a múltiples situaciones simultáneamente.
- Conocimiento de políticas sociales: Es esencial estar al día con la legislación y programas disponibles.
- Elaboración de informes sociales: La documentación precisa es crucial para la continuidad de la atención.
- Manejo de herramientas digitales: Los sistemas de gestión de casos y plataformas de comunicación son cada vez más importantes.
