Para destacarte como traductor de lengua de señas, necesitas combinar habilidades técnicas específicas con competencias interpersonales sólidas. Estas capacidades te permitirán no solo traducir mensajes, sino también transmitir su verdadera esencia.
Habilidades blandas:
- Escucha activa: Capacidad para prestar atención completa al mensaje, comprendiendo tanto lo explícito como lo implícito.
- Comunicación asertiva: Transmitir mensajes con claridad, respeto y precisión en ambas direcciones.
- Flexibilidad y adaptabilidad: Ajustarse rápidamente a diferentes contextos, temas y estilos comunicativos.
- Pensamiento crítico: Analizar situaciones complejas para tomar decisiones rápidas sobre la mejor forma de transmitir un mensaje.
- Empatía cultural: Comprender y respetar las particularidades culturales tanto de la comunidad sorda como de la oyente.
Habilidades duras:
- Dominio de la Lengua de Señas Colombiana (LSC): Conocimiento profundo de su gramática, vocabulario y variantes regionales.
- Excelente manejo del español: Amplio vocabulario y comprensión de matices lingüísticos en el idioma oral.
- Técnicas de interpretación: Dominio de métodos simultáneos y consecutivos de traducción.
- Conocimientos socioculturales: Comprensión de la historia, valores y particularidades de la comunidad sorda.
- Redacción de textos: Capacidad para trasladar mensajes escritos manteniendo su significado original.
