Las funciones de servicio al cliente incluyen recibir y canalizar consultas, gestionar reclamos y devoluciones, dar soporte técnico, educar sobre productos, realizar seguimiento postventa, medir satisfacción (CSAT, CES, NPS), documentar incidencias, y retroalimentar a ventas, marketing y operaciones. También definen SLA, tiempos de respuesta, flujos omnicanal, scripts y bases de conocimiento. Su objetivo es elevar la experiencia del cliente, reducir la tasa de abandono, aumentar la fidelización y potenciar el boca a boca, optimizando procesos con datos, automatización y escucha activa multicanal.
